Los seres humanos no son la única especie afectada por la crisis climática que ataca a nuestro planeta. La vida silvestre y los hábitats del mundo también se enfrentan a cambios catastróficos y profundos día con día. Según especialistas en el área, los aumentos en la temperatura podrían desencadenar un colapso de ecosistemas y con ello, enormes olas de extinción. Son nuestras decisiones diarias las que tienen el poder de reducir este daño.

El cambio climático amenaza la biodiversidad vital

Hoy en día, la Tierra se encuentra alrededor de 1.1°C más caliente que en el siglo XIX. Según las proyecciones actuales, las temperaturas globales aumentarán en 2.7 °C a finales de siglo. Es imposible predecir exactamente cómo los cambios de temperatura afectarán a nuestros ecosistemas, sin embargo, podemos tener una idea sobre las mayores amenazas para la vida silvestre, como:

• Pérdidas de hábitat: el aumento de las temperaturas afecta a la vegetación, es decir, la fuente de alimentos y el acceso al agua de las especies. Los ecosistemas pueden volverse inhabitables para ciertos animales, lo que obligará a una migración forzada fuera de los patrones habituales.
• Desastres naturales: podemos afirmar que hoy en día nos enfrentamos a un aumento de desastres naturales de 5 veces en comparación con hace 50 años. Sequías, incendios forestales, huracanes, etc. Estos desastres causan una pérdida catastrófica de vida y hábitat para las personas, mascotas y vida silvestre en general.
• Conflicto con la vida silvestre: como lo comentamos, el cambio climático intensifica la pérdida de hábitat y por ello, el conflicto del ser humano con la vida silvestre. A medida que los ecosistemas cambian, las personas y la vida silvestre se verán obligados a coexistir en ambientes más pequeños y sumamente peligrosos para nuestra fauna.
• Extinción: la combinación de todos estos desafíos, nos lleva a una sola resolución. La extinción de las especies.

La ballena franca del Atlántico Norte, por ejemplo, se tambalea al borde de la extinción—con un estimado de 336 animales individuales restantes, el conteo más bajo en 20 años.

Toda esta información resulta bastante abrumadora, y podemos llegar a pensar que el cambio climático es una pelea que nos queda grande, sin embargo existen pequeñas acciones cotidianas que podemos realizar de manera individual para contribuir a la reducción de este mismo, como:

• Consume productos locales: consumiendo productos locales reducirás el volumen de embalajes plásticos, además de apoyar a la economía local, podrás adquirir productos frescos y de temporada.
• Di SÍ a las 3 R: reduce, reutiliza y recicla mediante la compra de productos que contengan menos plástico, separando correctamente tus residuos en casa y dando una segunda vida a tus objetos.
• ​Ahorra la energía que consumes: concentra el uso de energía como el aire acondicionado en las zonas de mayor uso en tu hogar y desconecta los electrodomésticos que no estés utilizando.
• El futuro está en los más pequeños: educar y enseñar buenas prácticas sostenibles a las nuevas generaciones los ayudará a ser conscientes del problema y promoverá su interés en la conservación de su medio ambiente.

Esperamos que este artículo sea de ayuda y sobre todo, un llamado de conciencia. Compártenos tus pequeños cambios.

Nuestras fuentes:

Ballenas francas: https://defenders.org/es/newsroom/defenders-of-wildlife-insta-apoyar-la-ley-rescue-whales-para-proteger-las-ballenas-francas

Proyección de temperatura: https://www.washingtonpost.com/weather/2023/07/08/earth-hottest-years-thousands-climate/​