Respirar un aire más limpio dentro de casa puede parecer un lujo, pero en realidad es algo alcanzable con acciones sencillas. Las plantas siempre han sido aliadas naturales para mejorar el ambiente, y desde hace décadas la NASA realizó un estudio que analizó su capacidad para filtrar contaminantes comunes en interiores. Sus hallazgos se han vuelto una referencia mundial, especialmente para quienes buscan alternativas naturales, accesibles y decorativas para mejorar la calidad del aire.
En este blog te contamos cuáles son las cinco plantas más recomendadas según este estudio y por qué son una excelente opción para llevar más vida a tu hogar.
1. Lengua de Suegra (Sansevieria trifasciata): Conocida por su resistencia y fácil mantenimiento, la sansevieria es una de las plantas más eficientes para purificar el aire. El estudio de la NASA encontró que ayuda a eliminar sustancias como el formaldehído y el benceno, muy presentes en muebles, pinturas y productos de limpieza. Además, tiene una característica especial: puede realizar fotosíntesis nocturna, lo que la convierte en una excelente compañera para los dormitorios, ya que libera oxígeno incluso mientras duermes. Es ideal para quienes buscan una planta que prácticamente se cuide sola.
2. Potus (Epipremnum aureum): El potus es otra planta muy valorada por su capacidad para remover formaldehído, xileno y tolueno del ambiente. Crece con rapidez, se adapta a distintos niveles de luz y requiere riegos moderados, lo que la hace perfecta para principiantes. Su capacidad de crecer en cascada la vuelve muy decorativa para repisas, muebles altos o macetas colgantes. Además, es una planta particularmente efectiva para mejorar la calidad del aire en espacios pequeños.
3. Palma Areca (Dypsis lutescens): Si lo que buscas es una planta más grande que le dé vida a tu sala o recibidor, la palma areca es una de las mejores opciones. La NASA la destaca no solo por su capacidad de eliminar toxinas, sino también por su habilidad para humidificar el ambiente de manera natural. Es una planta que agradece la luz indirecta abundante y un riego constante pero moderado. Por su tamaño y su presencia, también ayuda a convertir cualquier espacio en un rincón más fresco y relajado.
4. Cuna de Moisés (Spathiphyllum): El spathiphyllum es conocido por sus flores blancas y su elegancia, pero también es una de las plantas más efectivas para remover compuestos como el amoníaco, el formaldehído y el tricloroetileno. Tolera bien los espacios interiores con luz media y necesita riego frecuente para mantener sus hojas firmes y saludables. Es una gran opción para oficinas en casa, baños ventilados o habitaciones que desean un toque estético más refinado.
5. Palma de Bambú (Chamaedorea seifrizii): La palma de bambú es una planta versátil que puede adaptarse tanto a casas como a departamentos. El estudio de la NASA señala su capacidad para eliminar benceno y formaldehído, además de actuar como un humidificador natural gracias a su transpiración constante. Su porte elegante y su follaje abundante la convierten en un elemento decorativo muy apreciado. Con luz indirecta y riegos regulares, puede crecer considerablemente y mantenerse frondosa durante años.
Por qué agregar plantas purificadoras en tu hogar
Además de su capacidad para filtrar contaminantes, estas plantas aportan beneficios emocionales y estéticos. Tener vegetación en casa puede reducir el estrés, mejorar la concentración y crear ambientes más acogedores. Para un espacio como Gran Atrio —donde la naturaleza forma parte de la identidad y de la experiencia diaria— promover el uso de plantas en casa es una manera de extender nuestra filosofía de bienestar a la comunidad.
Recomendaciones finales para cuidarlas
- Evita el exceso de riego, una de las causas más comunes de deterioro.
- Revisa la luz que recibe cada espacio y elige la planta adecuada.
- Limpia las hojas de vez en cuando para permitir que realicen mejor su función.
- Si tienes mascotas, confirma cuáles son seguras para perros y gatos.
Fuentes utilizadas para la realización de este blog:
- NASA Clean Air Study, 1989.
- Wolverton, B.C., Environmental Research Laboratory, NASA.