¿Te has detenido a pensar en las amistades que forjaron tu infancia? Tardes llenas de correr descalzos, cazar insectos, contar secretos y experimentar uno de los lazos más puros y brillantes. A veces, es difícil recordar lo mucho que la amistad significaba para nosotros en los primeros años de vida.
Al convertirnos en adultos, nuestros horarios cada vez se vuelven más ocupados o los niveles de estrés aumentan, lo que nos hace sentirnos solos pues en el mundo donde vivimos, pareciera que no hay espacio para la amistad como lo había antes.
La amistad, esa fuerza que alguna vez fue omnipresente, se convierte en un laberinto escaso y complicado en el que parece que no podemos encontrar un camino: ¿te has preguntado qué pasó? y lo que es más importante, ¿cómo podemos recuperarlo?
¿Cómo pueden los adultos hacer nuevos amigos?
Hacer amigos en la adultez comienza explorando intereses compartidos. Una gran manera de hacerlo es participar en actividades que disfrutes, como: unirte a un club de lectura, tomar clases de algún tema que te apasione o simplemente encontrarte abierto a conocer gente nueva en nuevos entornos.
Es importante que nos encontremos receptivos al proceso, eso implica el iniciar conversaciones, asistir a reuniones sociales y fomentar las conexiones.
Transitar nuestras relaciones en la era digital en la que vivimos puede llegar a ser complicado, sin embargo, queremos recordarte que la autenticidad y vulnerabilidad son el cimiento de las conexiones genuinas.
¿Cómo puedo ser un mejor amigo?
Entonces, ¿cómo podemos cultivar estos lazos en medio del caos que conlleva ser adulto?
Abraza la evolución
Reconocer que las amistades están en constante evolución es la manera más efectiva de desprender la presión de la amistad idealizada y entender lo que es real. Celebrar los cambios en las historias compartidas de tu vida harán la diferencia en tus vínculos.
Explora el amigo que quieres ser
Como todas las relaciones, la amistad es una calle de doble sentido y comienza contigo mismo. Piensa en las cosas que te importan en tus amistades y pregúntate: ¿estoy ofreciendo lo mismo?
Cultiva las conexiones
Como cualquier jardín, la amistad debe ser atendida. Planificar llamadas, mensajes alentadores o citas de amistad es la clave para fortalecer los lazos que vamos creando. No olvides los cumpleaños o fechas importantes.
Como siempre, esperamos que esta información sea valiosa para ti y recuerda: incluso si es solo un momento, las amistades se construyen a través del esfuerzo que pones en ella.
