El velo se despliega y la presencia de nuestros seres queridos se siente como el calor de una vela. Hoy queremos platicarte un poco sobre una de nuestras tradiciones mexicanas favoritas: el Día de Muertos, una celebración a la memoria sobre el olvido.
Una celebración que siempre estuvo ahí
Desde la época prehispánica, el culto a la muerte fue y es uno de los elementos básicos de nuestra cultura. Una vez que alguien moría, el difunto era envuelto en un petate funerario y los familiares organizaban una fiesta, ¿su objetivo?, guiar a su ser querido hasta el Mictlán. Durante este festejo, se colocaba la comida preferida del difunto pues se creía que podían experimentar hambre en su camino al más allá.
Es en esta celebración del Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia, si no la presencia viva de los que ya no están. La muerte, símbolo de vida que se materializa en el altar ofrecido.
Según diferentes historiadores, es imposible tener una fecha de inicio exacta de esta tradición, pues fue compartida por diferentes culturas prehispánicas como los aztecas, zapotecas, purépecha, totonaca, por solo mencionar algunas.
¿Cómo celebramos hoy en día el Día de Muertos?
Sin lugar a duda, es una celebración que se prepara con semanas de antelación. Dependiendo de donde te encuentres, cambian las costumbres. Desde celebrar en el cementerio durante los primeros días, altares de varios pisos y desfiles estrafalarios. ¿Quieres saber más? Continúa leyendo.
Janitzio, Michoacán: ciudad de origen Purépecha, es reconocida como uno de los mejores lugares para celebrar el Día de Muertos. La tradición consta de que sus habitantes hacen una procesión al cementerio municipal, donde visitan las tumbas de sus muertos, donde son limpiadas y decoradas con servilletas bordadas, flores de cempasúchil y velas.
Pomuch, Campeche: tal vez una de las tradiciones más singulares de la cultura maya, donde el 1 y 2 de noviembre, sus habitantes conmemoran el Día de Muertos yendo a las tumbas de sus fallecidos a lavar sus huesos.
Oaxaca, Oaxaca: las tradicionales ofrendas y las visitas a los cementerios que tienen lugar en todo el país se combinan con las costumbres particulares de Oaxaca. Entre estas tradiciones, se encuentran las comparsas nocturnas con bandas musicales de la región acompañadas por fuegos artificiales. Los residentes asignan una parte de sus ofrendas a estos desfiles. Otra tradición típica de la región es ir de casa en casa para repartir algunas ofrendas entre familiares, vecinos y amigos, e ir al cementerio a visitar a los muertos. Esta tradición se conoce como llevar a los muertos.
Como expresamos al inicio de nuestro artículo, el Día de Muertos no se trata sobre la ausencia, si no sobre la memoria y el regocijo de revivir el recuerdo de nuestros seres queridos. ¿Cómo lo festejas tú?