Una especie antigua
Existe una estrecha relación entre la cultura antigua mexicana y el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), que muchos de nosotros no conocemos. De acuerdo con investigaciones, el tiburón blanco, fue una de las deidades prehispánicas de civilizaciones como la Olmeca y Maya.
Sin embargo, se han encontrado restos de dientes de tiburón en los rituales funerarios de los Pericúes, uno de los grupos étnicos de Baja California.
Lamentablemente, conforme los años han pasado, esa gran admiración que nuestros ancestros sentían, se ha transformado en miedo a estas maravillosas bestias marinas.
Actualmente, México cuenta con la más grande Reserva de la Biosfera donde se encuentran los ejemplares de tiburones blancos más grandes del mundo. Ubicada en la Isla de Guadalupe, en el Océano Pacífico, a 250 km de la costa de Baja California.
Durante los meses de julio a febrero, los grandes tiburones blancos visitan estas aguas para alimentarse. Hoy en día, son especies protegidas por el gobierno, científicos y pescadores de la zona. De acuerdo a las investigaciones, los ejemplares que podemos encontrar en esta reserva son de 6 metros de longitud y 2 metros de altura.
En México, la mayoría de los registros anteriores a Guadalupe se encontraban en la costa occidental de la península de Baja California y, principalmente, en el mar de Cortez. Desafortunadamente, esta evidencia correspondía a tiburones muertos, que incidentalmente fueron capturados en redes de pescadores en Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur.
Desgraciadamente, los tiburones son amenazados por la sobrepesca ilegal, y algunos incluso están en peligro de extinción. Los datos sugieren que más de 73 millones de tiburones al año son capturados en todo el mundo, y el gran tiburón blanco no es una excepción.
¿Cómo podemos ayudar a su preservación?
Tener la información sobre su distribución, ecología y comportamiento es útil para la conservación; puede centrar los esfuerzos en crear herramientas útiles para la gestión sostenible y evitar que este y otros tiburones desaparezcan no solo en los mares mexicanos, sino también en el planeta.
Las autoridades de CONANP, SEMARNAT y SEMAR en la isla de Guadalupe hacen un gran trabajo para protegerlos, mientras que los investigadores de algunos centros como CICESE, CICIMAR-IPN y Pelagios Kakunjá A.C., ECOCIMATI A.C., generan información valiosa para aprender más sobre esta especie icónica, y así crear mejores propuestas para su gestión y conservación.
¿Quieres ayudar? Aquí te enlistamos algunas asociaciones a las que puedes donar, y así, unirte con un granito de arena a la preservación de esta maravillosa especie.
