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Vuelven los envases retornables por la ecología ¿nunca debieron irse?

Ecología

Si naciste antes de 1995 probablemente recuerdes que, al comprar comida o bebidas era común llevar tus recipientes a la tienda, la servilleta de tela para guardar las tortillas, o bien los característicos envases retornables para el refresco. En el caso de los envases retornables, al comprar tu refresco se abonaba un depósito por el envase y se pagaba apenas por el contenido de este. Además, muchos de estos envases retornables eran de vidrio, lo cual, aún con un costo más elevado para su producción, era menos contaminante al medio ambiente.

No sabemos exactamente cuándo dejamos de practicar esas costumbres al hacer nuestras compras, pero coincide con el auge del uso del plástico. En pocos años el uso continuo y la producción elevada del plástico resultó, por su alta contaminación, perjudicial al medio ambiente.

Los fabricantes de refrescos producen una cifra impresionante de al menos 500 millones de botellas de plástico al año. En la concientización que se ha generado durante los últimos años de reducir nuestros desechos contaminantes como, por ejemplo, las bolsas de basura y los recipientes desechables de comida, hoy a estas empresas no les queda otra alternativa más que adaptarse y unirse a esta lucha por el medio ambiente. Uno de estos movimientos es volver a producir los envases retornables.

Pero, ¿cuál fue el motivo por el que estos envases desaparecieron? La respuesta es muy sencilla: producir un envase de un solo uso es mucho más barato que uno que puede ser reutilizado. Sin embargo, esta decisión financiera ha presentado tantos efectos adversos al medio ambiente, que apreciamos la importancia del regreso de los envases retornables y el avance en la innovación tecnológica para reducir los costos de dicha producción y que las empresas se sumen a este movimiento.

En México, se estima que cada habitante consume por lo menos 150 litros de refresco al año. Esto corresponde a 18,900 millones de botellas de plástico de 1 litro. Esta cifra es suficiente para que seamos más conscientes con respecto a nuestra forma de consumir y a los desechos que generamos, no solo por nuestra salud, sino también por el medio ambiente.

Escrito por Ivonne Navarrete

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