Experimentar un sentido de pertenencia es vital para nuestro bienestar psicológico. Ser parte de una comunidad saludable puede ayudarnos a estar conectados con los demás, así como a sentir que somos parte de algo más grande que nosotros mismos.
Esto es especialmente importante para las personas que han experimentado un trauma o pérdida, o que se sienten aisladas, marginadas, acosadas o solas. Para aquellos, y para todos nosotros, una comunidad puede proporcionar ese sentido de pertenencia necesario.
Una comunidad proporciona pertenencia, apoyo e identidad
Ser parte de una comunidad saludable puede proporcionarnos soporte. Cuando estamos pasando por un momento difícil, es de gran ayuda tener personas a las que podamos recurrir. Los miembros de la comunidad pueden ofrecernos apoyo emocional, ayuda práctica y asesoramiento y sobre todo, a no sentirnos solos en nuestras luchas personales.
Una comunidad también puede ayudarnos a desarrollar un sentido de identidad. Cuando formamos parte de una comunidad, aprendemos sobre valores y creencias compartidos, sobre nuestra historia y cultura. Esto puede ayudarnos a sentir que tenemos un lugar en el mundo y que somos parte de algo importante.
Reduce el estrés y el sentimiento de aislamiento
Cuando somos parte de una comunidad, tenemos gente con la que hablar y con la que conectarnos. Esto puede ayudarnos a sentirnos menos solos y, por lo tanto, menos estresados, así como ayudarnos a sentir que somos parte de un grupo.
Investigaciones recientes han demostrado que las personas que forman parte de comunidades fuertes tienden a tener una presión arterial y niveles de colesterol más bajos y un menor riesgo de obesidad. También es más probable que hagan ejercicio regularmente y coman una dieta saludable.
¿Y tú, formas parte de una comunidad? Platícanos.