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Ser papá también es cuidar

Gran Atrio

Una mirada amorosa a las paternidades presentes

En México, casi la mitad de los hombres mayores de 15 años se identifican como padres, según datos del INEGI. Sin embargo, muchos siguen cargando con una expectativa que los limita: la de ser únicamente proveedores. La paternidad, durante mucho tiempo, ha estado enfocada en lo material, en el sustento económico, en “cumplir” desde la distancia.

Pero ser papá también es cuidar. Es estar, acompañar, consolar, escuchar, jugar, aprender y enseñar. Es habitar la crianza con ternura, con intención y con presencia.

Cada vez más hombres están abrazando una paternidad consciente: una que no se mide por lo que se da, sino por cómo se está.

Redefinir la paternidad: del deber al vínculo

Cuando un padre se involucra en el cuidado cotidiano —desde cambiar un pañal hasta preparar la cena o consolar un llanto nocturno— está haciendo mucho más que ayudar: está creando vínculo, confianza y memoria emocional.

Las paternidades cuidadoras no son la excepción, son la nueva conversación.

¿Qué aporta una paternidad activa y afectiva?

  • Bienestar emocional en la infancia: la presencia de un papá que cuida y escucha fortalece la autoestima y seguridad de niñas y niños.

  • Familias más conectadas: cuando se comparte la crianza, se construye una red más sólida de apoyo, ternura y corresponsabilidad.

  • Modelos más igualitarios: un padre presente también educa desde el ejemplo sobre respeto, empatía y equidad.

Algunos gestos que también son cuidado:

  • Acompañar al pediatra.

  • Lavar los biberones o preparar la merienda.

  • Poner atención a las emociones, no solo a las necesidades prácticas.

  • Decir “te amo” con frecuencia y sin reservas.

  • Darse permiso de aprender sobre la marcha, con humildad y disposición.

Cerrar la brecha del cuidado comienza en casa

Pedir licencia de paternidad, reorganizar los tiempos de trabajo, compartir la carga doméstica: todo eso también es parte del cuidado. Aunque en México sólo 1 de cada 4 hombres solicita la licencia de paternidad, cada decisión cotidiana cuenta para construir un nuevo relato: uno donde los padres no son secundarios, sino protagonistas del cuidado.

Ser papá también es cuidar. Y cuidar no es algo menor: es sostener la vida. Esperamos que cada vez más hombres se sientan acompañados en este camino y puedan habitar su paternidad con orgullo, suavidad y presencia; porque las paternidades también son dulces, también son sensibles, también son transformadoras.

Fuentes utilizadas para la realización de este blog:

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