La jornada laboral no es sencilla, pasamos al menos ocho horas frente a una computadora, tratando clientes o resolviendo problemas por lo que en ocasiones el estrés se hace presente y nos afecta o simplemente desconocemos cómo tener una buena salud laboral. Por eso, es necesario un descanso para liberar tensiones que, de no atenderse, pueden ocasionar estragos en la salud y estabilidad tanto física como mental de cualquier trabajador; sí, relajarnos es fundamental.
De no hacerlo, disminuye la productividad, así lo revela un estudio llevado por un equipo de investigación de la Universidad Tecnológica de Malasia donde se examinó el impacto de la falta de descanso después del trabajo y se obtuvo que 4,188 empleados en distintas corporaciones bajaron su productividad y eficiencia por no tener tiempo libre después del trabajo.
El relajamiento es importante porque el tiempo que no estamos trabajando recargamos energía, por ello, es vital llevar una vida equilibrada y buscar actividades después de la jornada laboral, como:
- Realizar ejercicio en gimnasio o al aire libre.
- Salir a algún lugar a comer o beber algo.
- Hacer manualidades.
- Disfrutar de la comodidad de tu hogar leyendo, viendo una serie o película.
- Si te gusta dibujar, bailar, cantar, esculpir o escribir, ¡hazlo!
- Conoce lugares nuevos.
- Aventúrate y realiza actividades totalmente desconocidas.
- Pasa tiempo con amigos o familia.
En pocas palabras, realiza actividades que te hagan sentir bien. Cualquiera que decidas hacer después del trabajo es válida; lo importante es disminuir el ritmo de nuestras vidas y elegir actividades que se adapten a nuestros gustos, intereses, aptitudes y preferencias. Aparte de despejar tu mente del trabajo, se ha demostrado que realizar actividades que nos gusten, aumenta la confianza y mejora la autoestima.
En Gran Atrio, los invitamos a llevar una vida equilibrada. Sí, trabajar es fundamental pero también lo es nuestra salud física y mental; queremos que en nuestra comunidad existan personas conscientes que lleven una mejor calidad de vida.
Escrito por Alexandra Soto