El cáncer se ha vuelto el peor enemigo de la humanidad quizás desde el siglo XX hasta lo que llevamos de este, y es que se ha convertido en una enfermedad letal en muchos casos, que no respeta edad, género, raza, color de piel o posición socioeconómica, desgraciadamente esta afección agarra parejo y ni con todo el dinero del mundo la han podido frenar cuando ya es inminente.
Este padecimiento se presenta cuando las células del cuerpo se multiplican sin control, lo cual ocasiona que destruyan los tejidos del cuerpo, la causa principal son los cambios que ocurren en los genes del ADN. Desgraciadamente en la actualidad existen muchos tipos de cáncer y si bien hay formas y hábitos que nos ayudan a evitar el riesgo, la realidad es que cualquiera puede estar propenso a padecerla.
Al ser un problema genético es importante que si tenemos familia muy cercana con algún tipo de cáncer nos cuidemos y hagamos chequeos de nuestra salud constantemente para en caso de padecerlo, poder detectarlo de manera temprana, pues si bien llega a haber alguno muy agresivos y terminales desde la etapa inicial, la mayoría de los cánceres son completamente curables si se detectan a tiempo.
La organización mundial de la salud, el Centro Internacional de investigaciones sobre el Cáncer, y la Unión Internacional Contra el Cáncer han promovido el 4 de febrero como el día en que se celebra la prevención y lucha de dicha enfermedad. Esto debido a las altas cifras, pues se estima que 1 de cada 2 hombres y 1 de cada tres mujeres puedan padecer esta enfermedad en alguna etapa de su vida. Además, cada año se diagnostican 14 millones de casos nuevos alrededor del mundo.
Existen muchos factores de riesgo que no se pueden controlar pues no son modificables como la genética y la edad, pero existen otros que son un poco más controlables, aunque el hecho de controlarlos no quiere decir que nunca nos vaya a dar la enfermedad estos reducen los riesgos, los cuales son:
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Consumo de alcohol, tabaco y drogas
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Alimentación y dieta
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Actividad y ejercicio físico
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Radiaciones o exposiciones a sustancias cancerígenas
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Cuidado de la salud en general
Y sin embargo, también existen algunos síntomas que debemos tomar en cuenta para detectar la enfermedad de forma temprana estos son:
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Bultos extraños en cualquier parte del cuerpo
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Fatiga, falta de aire o tos inusual
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Sangrados o hemorragias sin razón aparente
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Perder peso repentinamente o falta de apetito
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Dolor
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Cambios en algún lunar o manchas en la piel inusuales
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Deformación de las mamas o cambios físicos o secreciones
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Complicaciones para tragar, orinar o defecar
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Sudores nocturnos muy intensos aún si no hace calor
Son solo algunos de los síntomas de alarma que puedas llegar a presentar y aunque muchos de ellos también son de otras enfermedades lo mejor siempre será acudir al médico para recibir una buena valoración. Y recuerda que todos podemos poner un granito de arena en la lucha contra el cáncer, así que siempre que puedas dona dinero, cabello o tapitas, esto será de gran ayuda.
Escrito por Ivonne Navarrete