Desde el 16 de octubre de 1979 se celebra el Día Mundial de la Alimentación que tiene como objetivo dar a conocer los problemas relacionados con el hambre, así como sensibilizar y concientizar a todo el mundo para combatir la desnutrición y los problemas que ésta conlleva. António Guterres, Secretario General de la ONU, argumenta: “En un mundo de abundancia, es una afrenta grave que cientos de millones se acuesten con hambre cada noche”.
En 2020, el director del Programa Mundial de Alimentos, dependencia que fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, alertó sobre la gravedad de la hambruna en el mundo: “La casa está ardiendo cuando ves que el número de personas que marcha hacia la hambruna ha crecido de 135 millones a 270 millones. Eso es inadmisible y una deshonra para la humanidad. Además de eso 690 millones de personas se van a la cama con hambre cada noche. En un mundo en el que hay 360 billones de riqueza esto es inexcusable”, dijo David Beasley.
Como sociedad, debemos atender este problema que afecta a millones de personas en el mundo; lamentablemente hay 811 millones de personas que diario se duermen con hambre y el contraste es que cada año se desperdicia un tercio de los alimentos en el mundo. Necesitamos hacer algo al respecto y reducir el desperdicio de comida:
En casa
- Planifica el menú semanal o quincenalmente.
- Realiza una lista de los alimentos que comprarás para llevar a cabo el menú que programaste previamente.
- Calcula las cantidades de los platillos que cocinarás.
- Almacena adecuadamente los alimentos.
- Coloca y utiliza los alimentos viejos antes de los que acabas de comprar.
- Haz las compras en un mercado cercano para apoyar a los agricultores y a la economía local.
- Revisa la caducidad de los productos y consúmelos antes de la fecha marcada.
- En caso de que algún platillo o alimento se eche a perder, llévalo al compostaje.
En restaurantes
- Asiste a establecimientos pequeños que tengan un menú previo; sus alimentos estarán más frescos.
- Lleva un tupper para llevarte a casa la comida que sobre. Procura ingerirla ese mismo día.
- Evita ir a grandes cadenas de restaurantes; son las que más comida desperdician, ya que producen enormes cantidades, además las proteínas y verduras congeladas son desechadas cuando caducan. Por lo que contribuyen a incrementar el desperdicio de comida.
- Pregunta el tamaño de las porciones, si consideras que son eso saciarás tu apetito, estás ayudando a que el establecimiento no desperdicie comida.
- Si el platillo es basto, compártelo con tus acompañantes.
En un viaje
- Prueba los platillos típicos del lugar. Si te gusta, pide una porción un poco más grande.
- Comparte tus platillos con amigos o familiares; así todos tendrán una porción y podrán valorar si es de su gusto o no.
- Si no te gusta algún vegetal o fruta, pide que lo quiten de tu plato; es mejor no consumirlo que termine como desperdicio.
Los bancos de alimentos en México trabajan de forma muy cercana con compañías agrícolas, productoras y comercializadoras. Ellos se encargan de:
- Recoger los alimentos. Ya sea de donativos de restaurantes, público en general, supermercados o de productores de fruta y verdura.
- Transportación y almacenamiento. Los alimentos que son donados no deben estar vencidos o en proceso de descomposición, ya que los bancos de alimentos los almacenan por un breve tiempo para llevarlos a las personas que más lo necesitan.
- Clasificación de alimentos. Tienen un control sobre los alimentos, ya que éstos deben estar en buenas condiciones para su consumo y ser revisados constantemente
- Distribución. Este es el proceso final, se lleva a los centros donde necesitan los alimentos.
Como sociedad también podemos contribuir con estas asociaciones que se preocupan por llevar alimentos a personas que no tienen un fácil acceso a ellas, tales como:
- WFP, Programa Mundial de Alimentos
- Alimentos Para Todos
- Bancos de Alimentos de México
- Alimentos de México a Compartir
La alimentación no es un lujo, es una necesidad. Por eso, en Gran Atrio invitamos a nuestra comunidad a crear conciencia sobre la problemática de la hambruna en el mundo.
Escrito por Alexandra Soto