Tal vez hayas encontrado recientemente el término sostenibilidad en artículos o redes sociales. ¿Te has preguntado a qué se refiere y por qué se ha convertido en una tendencia?
Con el tiempo y en las condiciones actuales del mundo, la sostenibilidad se ha establecido como una forma de vida que busca la armonía con el medio ambiente en todos los aspectos de la vida cotidiana, incluyendo la gastronomía.
Podemos definir a la gastronomía sostenible como la promoción de la diversidad natural y cultural del planeta, así como el fomento y promoción del consumo de alimentos ambientalmente responsables.
Este tipo de gastronomía tiene como objetivo promover hábitos responsables de generación y consumo e incentivar el comercio de los pequeños y medianos productores agrícolas de la región.
Las medidas de este estilo de vida se centran en abordar las necesidades de tres áreas: ambiental, social y económica.
La gastronomía sostenible parte del modo de producción, envasado y transporte de los alimentos, evitando así el impacto ambiental y el procesamiento excesivo y finaliza con la fase de preparación de la cocina, con el objetivo de promover técnicas culinarias, cultura y platos específicos de la región.
Además de su impacto en los tres ámbitos mencionados, la gastronomía sostenible se construye sobre los siguientes pilares:
- Incrementar la productividad, el empleo y el valor agregado de los sistemas alimentarios.
- Proteger y mejorar el uso de los recursos naturales.
- Optimizar la calidad de vida y promover el crecimiento económico inclusivo.
- Mejorar la resiliencia de las comunidades y los ecosistemas.
- Incentivar a los gobiernos a asumir nuevos desafíos que promuevan la producción sostenible.
Como ves, la gastronomía sostenible tiene diversos beneficios tanto para las personas como para la sociedad que la rodea, desde promover el comercio local para el desarrollo de las comunidades menos privilegiadas hasta fomentar menores gastos y una vida más equilibrada.